En su segundo esfuerzo en solitario, Eric Berglund (la mitad de Tough Alliance) deja claro que no le gustan las autopistas; prefiere los manglares sonoros, la electrónica intrincada e hipnótica que invita al delirio.
Qué: Disco (edita Modular/Music As Usual)
Vaya bicho. Eric Berglund –o Ceo– compone con bata blanca y gafas protectoras: es una actitud lógica, dada la naturaleza de los elementos que vierte en el matraz: el producto resultante es música dúctil, maleable, que alterna la frialdad y el naif con el color y la perversión. Con The Tough Alliance, el dúo de Eric con Henning Fürst, las señas eran claras: pop inmaculado, revestido de látex y dirigido a espíritus sensibles. Ambos armaron Sincerely Yours, el sello de Memory Tapes o Air France: cuando Berglund decidió probar por primera vez en solitario con White Magic (2010) ya exhibió su gusto por las percusiones extrañas y los telares de notas orgánicas.
Ahora, menos pretencioso que nunca, se entrega a una música que se oye con todo el cuerpo, que hipnotiza: la banda sonora del alumbramiento de un nuevo mundo, una epifanía sustentada melódicamente por compases de luz. Sintetizadores que hablan, vocales que evocan la inocencia infantil liberada del yugo racional de los adultos: un camino que ya han transitado con éxito otros artistas diferentes como Animal Collective, Jay-Jay Johanson o Mercury Rev. Berglund, como acrónimo artístico que es, ha resultado idóneo para asumir el puesto de jefe en el futuro universo de la música. De momento, se conforma con el papel de influyente ideólogo.