Amables y temperamentales, los daneses abren las puertas de su país a turistas de todas partes del mundo para ofrecer desde festivales de música, museos y zoológicos hasta el parque de diversiones que inspiró a un tal Walt Disney para construir Disneylandia. Bienvenidos al país más efervescente de Escandinavia, la tierra de «los latinos del Norte».
Nota escrita en 2008 por Mikkel Elbech y actualizada en 2020 por Ella Navarro
Puede tratarse en efecto de un país completamente llano, pero si viajas por Dinamarca te encontrarás con una cantidad de lugares muy interesantes para visitar, y con muchas actividades atractivas para realizar. ¡Así que ajústate las botas y súbete a este tour por la patria de los antiguos vikingos!
Una característica de sus nativos es el amor por la música, una pasión que se expresa a través de los innumerables festivales que se realizan año tras año. Además, aquí no importan los géneros: los hay de jazz, rock, folk, electrónica, pop o heavy metal. De ambiente familiar o más intensos, te guste lo que te guste, tengas la edad que tengas… Si te gustan los conciertos, en Dinamarca encontrarás lo que necesitas.
Kroeyers Place, Cophenague – Foto: Kim Wyon / Visit Denmark
Pero más allá de la música, el país también cuenta con muestras de arte de una larga lista de aclamados artistas nacionales, así como con una impresionante colección de obras internacionales, exposiciones de diseño y arquitectura, una de los mayores señas de identidad de los daneses. Cualquier amante del arte estará feliz de pasar un día recorriendo los museos o galerías de las ciudades más importantes del país.
No obstante, si en lugar de visitar exposiciones prefieres lugares al aire libre, deberías conocer la amplia gama de zoológicos que hay para elegir. Existen unos cuantos tradicionales y otro tropical, varios acuarios e incluso un parque safari, donde podrás pasear entre los leones.
Cuando el buen tiempo dice presente en el cielo de este país con sus interminables kilómetros de costa, puedes estar seguro de que los daneses correrán hacia el mar tan rápido como sea posible. Y en la capital lo harán hacia la bahía para darse un chapuzón: con terrazas de madera diseñadas para aprovechar el espacio frente a la bahía, en verano se junta gente de todas las edades para disfrutar de un baño refrescante. Desde ya, estás invitado a acompañarlos.
Latinos del Norte
Pero, ¿cómo responden los daneses a la gran cantidad de turistas que los visitan cada año? Tiempo atrás, Henrik Thierlein (de Wonderful Copenhagen, la dependencia oficial de turismo de la capital del país) nos manifestaba la buena impresión acerca de cómo se comportan sus compatriotas. «A menudo hablo con turistas que encuentran a los daneses muy amigables y abiertos», afirma. «Por ejemplo, si uno se para en una esquina con un mapa y no logra situarse, la gente tiende a preguntarle si puede ayudarle en algo».
Aarhus – Foto: Kim Wyon / Visit Denmark
Thierlein describe a Dinamarca como una puerta de entrada a Europa, tanto por el Aeropuerto de Copenhague –que constituye un centro de tráfico aéreo– como por la ubicación geográfica del país, que hace que las otras naciones nórdicas parezcan de alguna forma bastante menos accesibles. A la pregunta de por qué cree que los daneses son a veces considerados como los latinos del norte, Thierlein responde con un razonamiento propio: «Los daneses somos bastante temperamentales, especialmente en comparación con los noruegos, suecos y finlandeses. Con respecto a nuestra relajada cultura alcohólica, también estamos más cerca de los países del sur de Europa que de nuestros países vecinos».
La inspiración para Disneylandia
La mayor atracción turística del país es Tivoli Gardens, el gigantesco parque de diversiones que inspiró a Walt Disney para construir Disneylandia después de sus numerosas visitas hace más de medio siglo.
Uno de cada cuatro de sus visitantes es extranjero. Desde el departamento de comunicación del parque, nos explican cómo la experiencia de los turistas es diferente a la de los daneses: «nosotros tenemos una especie de sentimiento infantil hacia el lugar, ya que crecimos con él y lo sentimos como propio. Conocemos tan bien los jardines que, a medida que nos vamos poniendo más viejos, el disfrute consiste más en saborear una buena comida por ahí cerca o dar un paseo admirando las flores. Pero para los turistas es un mundo totalmente extraño y maravilloso que se abre ante sus ojos ahí mismo, en el centro de Copenhague».
Tivoli – Foto: Kim Wyon / Visit Denmark
En Tivoli también están de acuerdo en que los daneses se muestran amables y serviciales frente a los turistas y nos advierten sobre un único problema potencial en la relación entre locales y visitantes: «la situación se complica cuando las turistas no hablan nada de inglés. Los daneses siempre han sido buenos hablando inglés porque en nuestro idioma no habla nadie más que nosotros».
Así que un buen consejo sería aprender a decir «skål» («¡salud!») antes de arribar a la cervecera Dinamarca para brindar como se debe, y no olvidar siempre decir «tak» (gracias) al salir de un lugar. De esa manera, puedes estar seguro de que harás tus primeros amigos de forma casi instantánea. ¡Buen viaje!
Este texto es parte del informe ¿Qué pasa en Dinamarca?