Islandia – Egg, 1975
Su irrupción coincidió con un cambio generacional, cuando Islandia dejó de ser una nación de pescadores y granjeros pobres para comenzar a convertirse en una sólida sociedad de clase media. Uno de los grandes legados culturales de la época fue Sumar á Sýrlandi, un disco que se burló de la imagen del vikingo orgulloso para imponer nuevas reglas estéticas. Stuðmenn fue un grupo integrado por chicos jóvenes, guapos y simpáticos que encarnó la banda sonora de aquel choque cultural: música para estudiantes que solo querían divertirse, bailar, consumir drogas y, sobre todo, vivir el presente.
Este texto es parte del informe 120 discos nórdicos indispensables.