Teitur, junto a los barcos pesqueros y la selección nacional de fútbol, es la cara más reconocible (internacionalmente hablando) de la vida en las Islas Feroe. Su nuevo disco es una delicia de las que se paladean con esmero.
Qué: Disco (Arlo&Betty/Music As Usual)
El cantautor Teitur Lassen es el actual héroe musical de las Islas Feroe. Cuando tenía diecisiete años emigró a Copenhague y se entregó al cien por cien a la tarea de componer. Enseguida captó la atención de un ejecutivo de BMI, que le llevó a un contrato con Universal. De eso hace diez años, y es otra historia. Ya no hay multinacional (ese matrimonio acabó con disputas legales y creativas) pero el talento sigue ahí, fresco y rotundo.
Teitur, que reside en el Reino Unido desde hace un tiempo, ha contado para este nuevo álbum con la producción de Nico Muhly (Grizzly Bear, Björk) y con la complicidad de unos sesenta compueblanos, de edades comprendidas entre los nueve y los 86 años, que le han prestado sus voces o han tocado instrumentos locales para adornar los diez temas del disco, un trabajo sin recargos ni texturas, limpio y directo, que se sirve de la dulzura para abordar todo tipo de temas; desde la conciencia colectiva del ser humano hasta el afán coleccionista de teléfonos móviles de un tal Antonio. Teitur, que actuó el año pasado en el marco del festival Días Nórdicos, en un precioso concierto dedidado a las Islas Feroe en la Nave de Música de Matadero Madrid, suena a muchas cosas buenas: Damien Rice es la más obvia, y su voz también retrotrae a los excelsos cantantes presentes en los álbumes de Alan Parsons Project.