Suecia – National, 2002
Stefan Sundström ha sido comparado con el cantante de los Rolling Stones, al punto de ser considerado por muchos como «el Mick Jagger de Suecia». Pero en su celebrada obra no todo se reduce al salvajismo del rock‘n’roll: como bien lo demuestra este gran álbum, también es capaz de grabar discos de baladas y de rock suave, fieles al linaje de glorias del pasado como John Martyn o Nick Drake. Claro que su registro vocal es completamente singular, un rasgo que convierte su música en algo único e irrepetible. La interpretación de estas canciones –previamente escritas y grabadas por el legendario actor sueco Allan Edwall– dieron forma a uno de los mejores álbumes conceptuales de Suecia.
Este texto es parte del informe 120 discos nórdicos indispensables.