Después de esperar más de un año por la confirmación de este talento en forma de álbum, Sucker Punch al fin se ha materializado. La noruega Sigrid es toda una revelación, una figura nacida para dotar de savia nueva los cánones de las popstars de hoy en día.
Qué: Disco (Universal)
Se ha hecho de rogar, pero ya podemos comprobar que Sigrid no iba de farol. Que el propio Four Tet la apadrinara con sus remezclas del tema titular del disco, ya era suficiente aval para no desconfiar de lo que se traía entre manos este portento de lo que debería ser siempre el pop mainstream: caldo de cultivo para transcender sin necesidad de decenas de productores por canción, intentando sacar provecho de los créditos.
A diferencia de los discos de otras divas internacionales del pop, en Sucker Punch no asistimos a un carnaval de pistas amontonadas en growers donde la acumulación de sonoridades distrae la atención del oyente de cierta falta de originalidad y puntería.
Desde el despliegue minimalista de la titular del álbum al dark ambient de fondo que recorre Strangers, Sigrid nos adentra en un viaje que no evade la épica vocal, aunque siempre desde una sensibilidad nórdica, aferrada a la fisicidad antártica de los sintes que arman su gran mural pop.
Más allá de la vibrante sensación de estar ante una variante autóctona de las corrientes que dominan la monarquía del pop mainstream, la joven noruega de la ciudad de Ålesund ofrece suficientes detalles de producción como para que sus canciones sobrevivan a la repetición incesante de tendencias a la que estamos expuestos continuamente. Filigranas de heterodoxia como Bussiness Diners refrendan la inquietud de una artista nacida para abrir camino a partir de una originalidad de trasfondo instrumental ciertamente notoria. Sigrid presentará su flamante álbum en la próxima edición del Primavera Sound en Barcelona.
