Se inaugura en Oslo el impresionante museo dedicado a Edvard Munch. En sus once plantas, el afamado pintor noruego cuenta con la mayor colección de su obra. Diseñado por el premiado estudio de arquitectura español Herreros, es uno de los mayores museos del mundo dedicados a un solo artista.
Oslo y el mundo del arte están de enhorabuena. Por fin la capital noruega cuenta, desde el 22 de octubre, con un espacio a la altura de la obra del gran Edvard Munch. El espectacular museo situado en el paseo marítimo de la ciudad ofrece más de 26.700 obras del artista entre las que se encuentran murales monumentales como El sol (1909), de casi ocho metros, así como varias versiones de su emblemática obra, El grito, incluido un primer estudio al pastel de 1893 y una versión posterior pintada de 1910.
En sus 26.313 metros cuadrados dedicados a la obra del el artista más importante de Noruega, que donó gran parte de su producción a la ciudad de Oslo a su muerte, incluye más de la mitad de las obras conocidas de Munch, entre ellas más de 26.700 pinturas, grabados, fotografías, dibujos y acuarelas del artista, desde 1873 hasta 1944.
Aunque a Munch se le identifica mundialmente por El grito, también experimentó con diversos medios y técnicas en el límite del modernismo. Además de las pinturas, acuarelas y grabados en madera por los que es más conocido, Munch compró una cámara Kodak en 1902 y es reconocido hoy como uno de los primeros artistas en experimentar con la fotografía de autorretrato.
Así, la colección del museo también incluye otros miles de objetos incluidos en el legado original de Edvard Munch a la ciudad, como sus planchas de impresión y piedras litográficas, y miles de cartas y aproximadamente diez mil objetos de sus pertenencias personales.
Pero esto no es todo en el flamante museo: además de mostrar las obras de Edvard Munch, también albergará importantes exposiciones temporales de artistas noruegos e internacionales, que exploran la influencia duradera del artista en las generaciones de creadores que le siguieron.
También se ofrecerá permanentemente un amplio programa de eventos y experiencias para visitantes de todas las edades, un programa que incluirá conciertos, lecturas literarias, performances y talleres de arte.
El nuevo museo, diseñado por el prestigioso estudio español Herreros –fundado por Juan Herreros y dirigido junto a su socio Jens Richter–, se encuentra al borde del fiordo y transforma el horizonte de la ciudad. Desde el mirador de su planta superior se pueden tener algunas de las vistas más espectaculares de Oslo.