Suecia – Mercury, 1981
Una de las bandas de rock locales más míticas, creativas, decadentes y polémicas de la ola post-punk que irrumpió a comienzos de los 80. Las canciones de Reeperbahn remitían a un estilo de vida elegantemente devastado, reflejado en oscuras emociones escondidas: en este segundo álbum, su cantante Olle Ljungström –quien en los 90 construyó una fascinante carrera solista– junto al bajista Dan Sundqvist –convertido luego en exitoso productor– cantaban sobre montar la séptima ola para bautizar a una escena musical donde el pulso de Remain In Light, el disco de Talking Heads producido por Brian Eno, se funde con las letras más afiladas. Quienes pudieron verlos en directo todavía agradecen haber sido parte de semejante experiencia.
Este texto es parte del informe 120 discos nórdicos indispensables.