Rebekka Karijord, la artista nacida en Noruega y residente en Suecia brinda una colección de temas que sacuden los intangibles de la existencia, y alfombran de sentido la inquietante serenidad de una llanura nevada en medio de un bosque de coníferas.
Qué: Disco (Freak Kitten/Everlasting)
Es una creadora que reside en Estocolmo y que eligió la senda de las hadas a la hora de crear música. Todo muy escandinavo, muy cliché, si no fuera porque su trabajo es todo menos previsible. En este álbum, Rebekka Karijord ha compilado temas escritos para películas, teatro y danza durante los últimos seis años. Son quince piezas instrumentales en las que predomina la quietud, el aire melancólico y una atmósfera oscura que la emparenta con otras autoras del área, como Agnes Obel o la Björk más introspectiva.
Con We Became Ourselves, álbum editado en 2012, conquistó a la crítica; la propuesta actual parece más encaminada a la recolecta de almas devotas, independientemente de la ubicación y condición de sus poseedores. En el disco hay espacio para la onda ambiental (en la línea de un Brian Eno cualquiera), la experimentación y el toque etéreo. The End, Snö, Anchor Boy o Waltz For Norma son piezas que se alojan en el estómago y fluyen con delicadeza por todo el cuerpo, mientras que otras como Multicolored Hummingbird y Ode To What Was Lost dejan al oyente preguntándose qué demonios hizo con su vida para que estuviera tan carente de magia.