Seis meses en Shanghai fueron el disparador para el tercer álbum de la danesa Lydmor. Con un electro-pop melódico y una honestidad brutal, la cantautora de la ciudad de Aarup canta sobre el amor online, el compromiso y las locuras en la ciudad china que nunca duerme.
Qué: Disco (hfn music)
Con su flamante disco, la cantautora danesa Jenny Rossander –aka Lydmor– sorprende y rompe todos los parámetros. Con su música pretende crear un mundo en el que el oyente entre en un sueño hipnótico, creando su propia historia a través de cada canción que en este caso nos transporta a la capital china.
Así, este I Told You I’d Tell Them Our Story, su tercer proyecto y el más ambicioso hasta la fecha, suena provocador desde el mismo título –Te dije que les contaré nuestra historia, en español–, que denota a la vez un tono amenazador y romántico.
Lo cierto es que Lydmor pasó seis misteriosos meses en Shanghai y que de la experiencia en la ecléctica ciudad nacieron las letras de un álbum lleno de «oscuridad y amor, y muchas cosas locas», como define ella misma. Todo acompañado de su voz suave y sensual de siempre, que cautiva a través de unas letras crudas y cubiertas de sinceridad.
Killing Time es una canción con la que cualquier millennial, soltero de este mundo digital se podrá identificar. ¿Qué hacer mientras ese chico o chica que nos gusta se conecta? Lydmor habla de matar tiempo para ese momento del día que describe como su favorito, el que te alegra el día. Este trabajo da tanto para bailar como para preguntarse ¿por qué siempre estamos pendientes de esas respuestas online?
Por otro lado, DIM cuestiona el compromiso del amante y Claudia tiene características de manifiesto: un poema hablado sobre la mujer. Pero lo cierto es que I Told You I’d Tell Them Our Story es un álbum para escuchar de corrido, porque propone una historia desde la primera a la última canción. Shuidian Lu es un reflexión de un minuto que sólo tiene sentido si se sigue el orden. Oímos sonidos de la calle de Shanghai y a una Lydmor reveladora que le habla al oyente, que desahoga sus penas. Este tipo de sorpresas hacen que este álbum sea un misterio y le da un plus, porque no es sólo música, es una historia. Una historia que termina con el estruendo de Shanghai Roar y que confirma que la danesa no escatima nada cuando habla de sentimientos.