Demente y genial. Intelectual y vanguardista. Único. Lars Trier –el ‘von’ se lo puso él mismo…– es, sin ninguna duda, el nombre más grande e importante del cine danés desde Dreyer. El certificado oficial es que mientras muchos hablan de una crisis del cine local post-Dogma, la mala racha coincide con las neurosis que hoy tienen a mal traer a su hijo pródigo.
Nota escrita en 2008 por Jacob Ludvigsen y actualizada en 2020 por Ella Navarro
Algunos hablan de una crisis artística en el cine danés. En el caso de que esta afirmación sea cierta, posiblemente habría que considerarla a la luz de que, en los últimos años, el propio Lars von Trier viene atravesando por una especie de crisis personal. Sus fobias y angustias han sido elementos fijos de su incontestable talento, y hoy pareciera que, en lugar de estimularla, aquellas neurosis han limitado su original cinematografía.
Su talento destacaba ya en la época en que acudió a la Escuela Danesa de Cine, cuando con su primera película (la postmoderna Forbrydelsens element (El elemento del crimen), de 1984, lo posicionó como un insólito y visionario creador de imágenes. Al principio de su carrera cultivó la expresión visual contenida al cien por ciento que culminó en Europa, una visión apocalíptica absolutamente admirable: Lars von Trier ha declarado que tiene una «obsesión enfermiza por el perfeccionismo».
«Hago teatro emocional, y lo emocional ha sido siempre una manipulación. Muchas de las cosas que utilizo son clichés cinematográficos: esos son mis ladrillos. Pero no es que quiera ridiculizar esos lugares comunes, nunca he hecho películas para ridiculizar a otras, sino más bien para burlarme de la gente»
En 1994, la genial y divertida teleserie de suspense Riget se convirtió en un punto de inflexión, porque su confección anunciaba que el director había aceptado relajar el control. Y con las controvertidas Breaking The Waves (Rompiendo las olas), Dancer In The Dark (Bailar en la oscuridad) y Dogville, que conforman la denominada trilogía del «Corazón de Oro», buscó combinar su virtuosismo estético con una exploración original de la religión, la ética, la figura femenina abnegada y, sobre todo, los sentimientos. «Hago teatro emocional, y lo emocional ha sido siempre una manipulación. Muchas de las cosas que utilizo son clichés cinematográficos: esos son mis ladrillos. Pero no es que quiera ridiculizar esos lugares comunes, nunca he hecho películas para ridiculizar a otras, sino más bien para burlarme de la gente».
Fotograma de Rompiendo las olas
Trier, que piensa que una película debería ser como «una piedra en el zapato», tiene como modelos a Tarkovski, Dreyer y Cassavetes; y considera sumamente necesario invertir gran parte de sí mismo en sus filmes: «Para que yo mismo pueda tragarme Rompiendo las olas, tengo que meter unas campanas al final. Estiro las cosas hasta el límite, y por eso creo que es interesante ocuparse de ellas». El católico Trier practica el masoquismo: establece sus propios límites y conceptos para su obra fílmica. De ahí nace Dogma, cuyo cerebro pensante fue el propio Trier, y las rayas de tiza de Dogville y Manderlay, que además marcaron una nueva incursión política por parte del realizador. «Me encanta eso de cuestionar tanto una postura como la otra, así como defender con ganas aquellas posturas que no son las mías».
Aunque Trier es un outsider y un solitario, también ha sido un inspirador más que generoso para toda una camada de realizadores daneses. Su incursión en la comedia popular, Direktøren for det hele (The Boss Of It All), de 2006, tuvo una acogida dispar. En 2009 estrenó Antichrist (Anticristo), el primer filme de su trilogía sobre la depresión, inspirado en su lucha personal contra la enfermedad. Como toda la obra de Trier, la cinta es muy provocativa y causó revuelo en su estreno.
Fotograma de Melancolía
A Anticristo le siguieron Melancolia (2011) y Nymphomaniac (2013), que estrenada en dos partes separadas cuenta la historia de la vida sexual de una mujer desde el nacimiento hasta los cincuenta años con escenas muy explícitas. En 2011, en una conferencia de prensa sobre Melancolía en el Festival de Cannes, Lars von Trier bromeó sobre simpatizar con Hitler. Fue expulsado por los organizadores y posteriormente investigado por la policía danesa.
Después de este episodio se lo vio poco en los medios y no volvió a aparecer en el prestigioso festival francés hasta 2018, con la presentación de The House That Jack Built (La casa de Jack), su largometraje número trece, y tal vez el último de su carrera. «Cuando lo vi en la pantalla, lo sentí con mucha fuerza. Me pareció una especie de último testamento», reveló en una entrevista al periodico The Guardian. Muchos críticos lo consideraron un filme vil y sádico que provocó que muchos espectadores se retiraran de la proyección en Cannes. No obstante, al final de la proyección obtuvo una larga ovación y muchos consideran que se trata de una obra maestra de terror. Hoy en 2020, el interrogante aún está en el aire: ¿volveremos a ver algo de Trier?
Lars von Trier x 5
/ Nació como Lars Trier en Copenhague en abril de 1956. Se agregó el «von» en homenaje a Erich von Stroheim y Josef von Sternberg.
// Su consagración fue en 1996 con Rompiendo las olas: se llevó el Gran Premio del jurado de Cannes.
/// En Bailar en la oscuridad hizo actuar nada menos que a Björk, quien declaró que rodar el filme había sido la experiencia más traumática de su vida.
//// En 1995 fundó Dogma 95 junto a Thomas Vinterberg y Soren Kragh-Jacobsen, una corriente cinematográfica que perseguía el realismo. Su doctrina fue presentada a través de un manifiesto.
///// Fue criado por sus padres como nudista en los años 70 y estableció el primer estudio convencional del mundo, Zentropa, que produjo pornografía para mujeres.
Filmografía
The Element of Crime (El elemento del crimen) (1984)
Epidemic (1987)
Europa (1991)
Breaking The Waves (Rompiendo las olas) (1996)
The Idiots (Los idiotas) (1998)
Dancer In The Dark (Bailar en la oscuridad) (2000)
The Five Obstructions (Cinco condiciones) (codirigida con Jørgen Leth) (2003)
Dogville (2003)
Manderlay (2005)
The Boss Of It All (El jefe de todo esto) (2006)
Antichrist (Anticristo) (2009)
Melancholia (Melancolía) (2011)
Nymphomaniac (Ninfomanía) (2013)
The House That Jack Built (La casa de Jack) (2018)
Jacob Ludvigsen es periodista especializado en cine. Escribió en la revista danesa Ekko.
Ella Navarro es periodista y contadora de historias, una uruguaya que se enamoró de la ciudad de Copenhague en 2015 y nunca más se bajó de la bicicleta. Hoy en día escribe para distintos medios en inglés y español, sobre Dinamarca y su país natal. Es Licenciada en Comunicación de la Universidad de Montevideo y tiene un Master en Periodismo a través de un programa conjunto de la Universidad de Aarhus y City University of London.
Este texto es parte del informe ¿Qué pasa en Dinamarca?