Dinamarca se consagra en estos últimos días de septiembre al sonido en todas sus manifestaciones. Conciertos, experimentación, instalaciones plásticas, talleres… como siempre, y literalmente ahora, están en la onda.
Qué: Festival nórdico de arte sonoro
Cuándo: Del 26 al 29 de septiembre
Dónde: Copenhague (Dinamarca)
Sumergirse en el sentir cultural escandinavo es siempre un placer. La frialdad ambiental no es capaz de apagar la llama (azulada, pero sorprendentemente cálida) que crepita en cada idea hecha realidad, sin que aparentemente haya cuestionamiento alguno sobre la procedencia o racionalidad de cualquier expresión artística. Una especie de utopía cristalizada: por si fuera poco, todo parece ocurrir de manera natural.
Así emergen y se ensamblan a lo Lego World ideas tan apasionantes y duraderas (nada de «pop up byes») como este macrolaboratorio sonoro, que incluye conciertos (desde el pionero Lars Fra Mars a los singularísimos Ceo Bend-O-Rama), experimentación con shows de radio abstractos, excursiones campestres y talleres de todo tipo.
En la parcela de aprendizaje cabe el reto de construir tu propio instrumento (incluso se puede aprender a soldar y ensamblar un sintetizador), coreografiar una danza a partir de los sonidos ambientales o transformar mobiliario urbano en ingenios generadores de sonido, entre otras propuestas.
Además, hay un «sound bus» que, en las manos adecuadas, se convierte en un instrumento musical. El artista Mads Bech Paluszewski-Hau se encargará de ello, como preludio al concierto que ofrecerá el dúo sueco Kyrkan en una piscina cubierta abandonada, que también acaba siendo un entorno productor de nuevas sonoridades.
