Finalmente, el sueco Jelly Crystal publicó su esperado álbum de debut Freak Show, un trabajo conceptual en el que los años 60 y 70 se encuentran con el pop futurista. El disco está construido temáticamente en torno al personaje de Jerry, su alter ego, que conecta todo con una experiencia holística.
Que: Disco (Smuggler Music)
Con raíces en las melodías atemporales de la historia del pop y la escena indie rock sueca, Filip Johnson (aka Jelly Crystal) creó en Freak Show su propio género híbrido, que atrajo la atención de diversos medios internacionales como Hero Magazine, METAL y Uncut. Así, el músico sueco se desenvuelve sin problemas entre diferentes géneros para ofrecer un estilo particular de glam-pop de ensueño.
En mayo pasado se publicó el primer single, I Don’t Like Dancing, cuyo vídeo se estrenó a través de DIY Magazine del Reino Unido y del que Music Is My Radar declaró: «Al escuchar esta majestuosa maravilla, no podemos evitar imaginarnos a gente como David Bowie y Jake Shears». Durante esta época nació el alter ego Jerry, al que se ve con grandes dientes y una chaqueta de hombros anchos tanto en los vídeos como en las portadas y las animaciones. Jerry se describe como una copia irresponsable de Johnson, un personaje del que partir en la escritura y alguien en quien depositar la responsabilidad cuando Johnson no tiene ganas de llevarla él mismo.
El álbum propone una serie de canciones de distinto carácter, desde el tierno trote lento de Rocket Rain hasta la aventurera Kojak, pasando por Lost Vegas, un vals decadente en el que la línea entre la dicha y la desesperación se difumina por el impacto de la intoxicación. Es interesante destacar también que en este álbum de debut, Johnson consiguió reclutar a algunos de los nuevos artistas más interesantes de Suecia, como Esther, que participa en el tema que titula al álbum; Stella Explorer en el sutilmente magnífico dúo Bloody Mary, y Kamohelo, de Off The Meds, en Never Met A Cloud That I Didn’t Like.
Sobre Freak Show, el propio Johnson manifiesta: «No era en absoluto la intención que tardara tanto en sacar un disco, pero irónicamente eso ha inspirado las canciones. El disco es lento y perezoso en el buen sentido y realmente me refleja como persona».
La mayoría de las canciones de están escritas y compuestas por el propio Johnson y producidas por Jarkko Heiniö. La excepción es Someone’s Dog, grabada en directo en el estudio junto con Jesper Hättander a la batería y Robin Eveborn en los teclados.
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