En cada paso dado, la banda danesa Iceage alcanza nuevos picos de ambición. Ahora presenta Beyondless, un trabajo que apunta a la yugular al mismo tiempo que propina una somanta de endorfinas sin filtro.
Qué: Disco (Matador)
Insuflado por un wall of sound de venas y cartílagos barroco-festivos, como queda en evidencia en la terna inicial de cortes que integran este trabajo, los de Copenhague han abogado por el giro hacia la vitalidad más explosiva. La alegría de la revuelta, para la que incluso han invitado a la retro-diva Sky Ferreira en la (muy) anfetamínica Pain Killer.
Es indudable que la huella de Wire sigue tan presente como siempre, algo que puede comprobarse en The Day The Music Dies. Sin embargo, para esta ocasión, parece como si los chicos de Iceage se hubieran encerrado en un búnker bajo la escucha en replay continuo de los discos de Iggy Pop en Berlín. De hecho, el propio tótem del punk yanqui no ha dudado en calificar al grupo danés como la única banda punk de la actualidad capaz de sonar peligrosa. Y no anda desencaminado: este álbum es capaz de lanzarse a la yugular al mismo tiempo que propina una somanta de endorfinas sin filtro.
Así, los integrantes de Iceage parecen emperrados en imaginar cómo sonaría una banda punk bajo una producción springsteeniana a lo Jon Landau, recordando que no solo de nihilismo vive la savia punk, sino también de insuflar chisporroteos de energía, por qué no, encaminados a ofrecer otra vía hacia la felicidad. Y sin cursilerías que valgan.