Hygge, pronunciado: «hoo-gah», es la esencia de ser Danés. Es una palabra que traducida al español sería «un momento acogedor», pero para los daneses es mucho más que eso. Es toda una filosofía de vida, y es una palabra que se usa mucho en conversaciones coloquiales para complementar el momento disfrutado: «hvor hyggeligt» (¡qué agradable!).
El concepto hygge tomó popularidad en los últimos años debido a las series nórdicas y al hecho que Dinamarca fue nominado uno de los países más felices del mundo. Ciertamente, parte de esa felicidad nace en el hygge. Los daneses aman el hygge y lo viven día a día. Se han hecho varios libros que hablan del tema, pero no hay como vivir en Dinamarca para vivirlo a flor de piel y entender porqué es tan importante para ellos.
¿Qué es el hygge entonces? Tal vez, la palabra es mejor definida a través de escenarios. Por ejemplo en invierno, cuando llega el frío y la oscuridad, las casas se llenan de velas, luces estilo navideñas, y decoraciones luminosas. Esa decoración de hacer la casa de uno más acogedora es considerada hygge.
«En general, hygge es hacer momentos ordinarios más significativos, disfrutar del día a día, y de ser agradecido de lo que uno tiene. Puedes estar sólo o acompañado, lo importante es que seas consciente que estás ante un buen momento»
Llegar a casa luego de un día arduo de trabajo y sentarse en el sillón con una manta, una taza de té o cacao caliente es un momento hygge. Juntarse con amigos y familiares y hablar largo y tendido, comer «æbleskiver» (crepes daneses redondos típicos durante Navidad), acurrucarse con el ser querido y mirar una película, tomar una cerveza al rayo del sol. Todos ellos son momentos cotidianos que representan el hygge. Es como la manera de disfrutar al máximo los pequeños momentos de la vida. Y se vive con mayor fuerza durante la época de Navidad.
Pero el hygge refleja también los valores de la sociedad danesa que se basan en la igualdad y el bienestar de todos. Mientras uno está disfrutando hygge se tiende a favorecer ese espíritu ameno donde se evitan las discusiones para no romper con la atmósfera positiva.
«El hygge refleja también los valores de la sociedad danesa que se basan en la igualdad y el bienestar de todos. Mientras uno está disfrutando hygge se tiende a favorecer ese espíritu ameno donde se evitan las discusiones para no romper con la atmósfera positiva»
Lo curioso es que el hygge se origina en el idioma antiguo noruego donde significaba «bienestar». Recién a finales del Siglo XVIII aparece en la escritura danesa, y desde entonces lo han adoptado en sus tradiciones y costumbres.
Por más que el hygge se ha intentado comercializar y promover en otros países, en Dinamarca es totalmente lo contrario. Es un estilo de vida que no tiene porqué tener coste y se aleja del consumismo. Va más de invertir tiempo en cosas que elevarán lo mundano a lo sagrado.
En general, hygge es hacer momentos ordinarios más significativos, disfrutar del día a día, y de ser agradecido de lo que uno tiene. Puedes estar sólo o acompañado, lo importante es que seas consciente que estás ante un buen momento.
Para saber más sobre el hygge, se pueden consultar dos libros publicados en español: Hygge: El arte de disfrutar de las cosas sencillas, de Louisa Thomsen Brits (Zenith) y Hygge: La felicidad en las pequeñas cosas, de Meik Wiking (Timun Mas).
Ella Navarro es periodista y contadora de historias, una uruguaya que se enamoró de la ciudad de Copenhague en 2015 y nunca más se bajó de la bicicleta. Hoy en día escribe para distintos medios en inglés y español, sobre Dinamarca y su país natal. Es Licenciada en Comunicación de la Universidad de Montevideo y tiene un Master en Periodismo a través de un programa conjunto de la Universidad de Aarhus y City University of London.
Este texto es parte del informe ¿Qué pasa en Dinamarca?