Islandia – Geimsteinn, 2004
Y un buen día, más bien tarde que pronto, el reggae del bueno finalmente llegó a la música islandesa. Es cierto que no habían faltado intentos, como aquel fallido de Utangardsmenn. Pero no fue hasta la aparición de Hjálmar y su Hljóðlega af stað que el experimento valió realmente la pena. Si bien algunas de las canciones son sugestivas versiones en islandés de clásicos jamaiquinos, lo mejor del álbum no son los covers sino las composiciones propias, escritas por una banda que pasará a la historia como la primera en acercarse al reggae con personalidad y creatividad.
Este texto es parte del informe 120 discos nórdicos indispensables.