Más de un tercio de los diseñadores noruegos trabajan con diseño gráfico y visual, el segmento más importante de este gremio en el país y una herramienta clave para construir y dar visibilidad a marcas sólidas, potenciar la comunicación y llegar a nuevos públicos.
Según el reciente estudio Nordic Design Resource, el 34% de los profesionales del diseño en Noruega trabajan con diseño gráfico, en una amplia escala de industrias y sectores productivos. El diseño gráfico combina el texto, la forma y las imágenes para crear una sólida comunicación visual, y el resultado puede apreciarse en varios formatos y escalas, desde identidades visuales completas a sistemas de orientación en ciertos sectores, material mercadológico, ilustraciones y visualizaciones animadas… En definitiva, cualquier tipo de arte visual para plataformas digitales.
El impulso al reconocimiento de una marca
El diseño gráfico goza de una larga tradición en Noruega, pero la expansión real de la escena tuvo lugar en los años 90, cuando marcas gigantes como los Juegos Olímpicos de Invierno en Lillehammer, el nuevo Tren Expreso del Aeropuerto o Tine, el mayor productor nacional de lácteos en Noruega, impulsaron con éxito su cuota de mercado y su popularidad tras invertir en nuevas identidades visuales de modo decidido.
Una muestra del efecto positivo del diseño se puede comprobar con el trabajo realizado por ANTI para crear la nueva imagen del Festival Internacional de Bergen. Cuatro años después de su lanzamiento en 2013, el número de visitantes del festival ha subido en un 108%, y sus beneficios han crecido un 32%.
Aplauso internacional
Hay otros proyectos de diseño gráfico que han puesto a Noruega en el mapa internacional. Cuando se anunció en 2014 el diseño de Neue para los nuevos pasaportes noruegos, con una interpretación moderna del paisaje nacional, CNN lo describió como «demasiado bonito como para estropearlo con los manchones de las visas».
También en 2014, el Banco Central de Noruega eligió combinar dos diseños temáticos marinos para los nuevos billetes. La parte frontal mostraba escenas de la historia marítima de Noruega, hechas por Metric Design y el ilustrador Terje Tønnesen, mientras que la cara posterior es un patrón cúbico abstracto diseñado por Snøhetta, basado en la escala de Beaufort para medir la velocidad del viento. La inusual combinación confiere a las notas un aspecto dual, tan clásico como moderno, y obtuvo un reconocimiento mundial antes incluso de airearse. «Un clásico instantáneo del diseño», según The Guardian.
Todo aquel que quiera saber más sobre la vibrante escena del diseño gráfico noruego, no debería dejar de visitar la Web de Grafill, la organización de los profesionales de la comunicación visual en Noruega.
Line Aandal Røijen reside en Oslo y está especializada en la realización de artículos sobre diseño, desarrollo urbanístico y arquitectura. Anteriormente trabajó como asesora de comunicación y directora de proyectos para promover la cultura, el diseño y la innovación de Noruega para organizaciones como la Embajada de Noruega en Londres, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega y, más recientemente, en DOGA (Design og arkitektur Norge).
Este texto es parte del informe ¿Qué pasa en Noruega?