Suecia – Mistlur, 1979
Ebba Grön fue, sin dudas, la banda sueca más importante de la revolución punk que tuvo lugar entre 1976 y 1978, la misma que en ese lapso cambió la escena para siempre. Uno de sus fuertes fueron sus letras, que pusieron en el tapete la sensación de frustración y angustia adolescente, sentimientos con los que se identificaron muchísimos jóvenes, sobre todo aquellos que vivían en los suburbios. ¿Su música? Enérgica y, por momentos, sumamente agresiva. Su secreto: la combinación de ambas cosas. Porque allí donde las letras tendían al naufragio, la música de algún modo contagiaba esperanza. De hecho, Ebba Grön consiguió despertar a Suecia de una larga siesta y empujó a más de uno a cambiar su vida. El grupo se separó en 1983 y su cantante y guitarrista, Thåström, formó el grupo Imperiet, que se transformó en la banda más importante del rock sueco de los 80.
Este texto es parte del informe 120 discos nórdicos indispensables.