Noruega ha sido pionera, gracias a The Oslo School of Architecture and Design, en el estudio y la investigación del diseño de sistemas, un tipo de diseño que busca identificar temas complicados o «inusuales» para desarrollar mejoras sustanciales y duraderas.
Tanto en el sector público como en el privado, las demandas de innovación, eficiencia, seguridad y calidad dejan claro que los sistemas están creciendo. Al mismo tiempo, la globalización y la acelerada digitalización llevan a nuevas formas de interacción, de manejo de datos y de colaboración. Como consecuencia de esta realidad, los negocios y los sistemas se hacen cada vez más complejos.
En un escenario que incluye a cientos de empleados y miles de usuarios rodeados por una jungla de accionistas, puede ser muy complicado hallar el margen de mejora. El diseño orientado a sistemas pretende determinar nuestra complejidad: saber dónde se sitúan los puntos complejos y los citados márgenes de mejora y, de este modo, alcanzar un conocimiento más amplio de cada reto que se tenga entre manos.
Cada problema puede ser el síntoma de una anomalía más profunda en algún punto del sistema. En vez de tratar el problema de manera individual y aislarlo, los diseñadores facilitan un entendimiento más amplio. Al usar métodos de diseño de sistemas, como el mapping extensivo, los diseñadores hacen su aporte a un grupo de tareas encaminadas a manejar la complejidad del asunto y comprender mejor los retos y las consecuencias de cada acción.
Lo que hace el diseño de sistemas es ponerse en la piel del usuario y comprender al mismo tiempo el papel de las finanzas, la seguridad, la cultura, la ética, la sostenibilidad, la legislación y los aspectos técnicos.
Pioneros en una nueva disciplina
Durante la última década, The Oslo School of Architecture and Design ha sido pionera en el estudio y la investigación del diseño de sistemas, tanto en Noruega como en el extranjero. Esta nueva disciplina corresponde a un segmento en alza, llamado diseño sistémico. «Creemos que los diseñadores pueden jugar un papel fundamental a la hora de manejar la complejidad de los futuros desarrollos de nuestra sociedad. Sin embargo, se necesita un giro en mentalidad, métodos de preparación y conocimientos, así como en herramientas», dicen en la escuela.
Además de cursos y organización de eventos, la escuela también maneja la plataforma informativa Systems Oriented Design, su Center for Design Research y otros estamentos asociados. El profesor Borger Sevaldson explica la línea del trabajo desarrollado. «En Systems Oriented Design tratamos a los negocios y las instituciones como ‘ecologías’ –explica– y es que la sostenibilidad no es únicamente apostar por un modo de vida ‘verde’, sino también por aplicar este factor a la tecnología, la economía, la gestión, la cultura, la política y el mercado».
Resolviendo problemas complejos para el sector público
El sector público noruego usa diseño de servicios para mejorar su operatividad, pero también se fijan en Systems Oriented Design a la hora de afrontar contingencias complicadas. Como respuesta la la necesidad de una mayor renovación y eficiencia en el sector público, el gobierno noruego lanzó una nueva iniciativa llamada Stimulab en 2016. El propósito de esta iniciativa es buscar nuevas soluciones para problemas complejos; se propone estimular la innovación en el propio gobierno y aumentar el uso del diseño de servicios (y del System Oriented Design) para enfocarse en las necesidades del usuario.
En 2019 se están manejando dos millones de euros por vía de Stimulab. Los recursos aportan experiencia de diseño al sector privado, para completar un proceso de exploración. Todos los proyectos de Stimulab deben basarse en las necesidades del usuario; a través del aprendizaje colaborativo y la experimentación, tratan de buscar soluciones más completas.
System Oriented Design está poniéndose en práctica en las mejores agencias de Noruega; por ejemplo, en Halogen. Entre sus muchos proyectos, Halogen trabaja ahora con el gobierno noruego en el diseño de servicios y sistemas para tratar de elaborar un nuevo decálogo de innovación en el sector público.
Line Aandal Røijen reside en Oslo y está especializada en la realización de artículos sobre diseño, desarrollo urbanístico y arquitectura. Anteriormente trabajó como asesora de comunicación y directora de proyectos para promover la cultura, el diseño y la innovación de Noruega para organizaciones como la Embajada de Noruega en Londres, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega y, más recientemente, en DOGA (Design og arkitektur Norge).
Este texto es parte del informe ¿Qué pasa en Noruega?