En un mundo cada vez más digitalizado, el diseño de interacción resulta cada vez más relevante. En Noruega, este tipo de diseño ha crecido paulatinamente desde principios de la pasada década, facilitando al público herramientas digitales sencillas de usar que simplifican y mejoran nuestras vidas.
Aunque normalmente se considera al diseño de interacción un nicho de productos basados en pantallas, como páginas Web, aplicaciones de telefonía, programas informáticos o juegos, la parte esencial de este diseño es la interacción entre el usuario y el producto. Así, el diseñador interactivo se debe asegurar de que el producto sea fácil de usar en cuanto a presentación visual, estructura informativa y respuesta; cuanto más, mejor.
Hacer tecnología de uso fácil
Para tener éxito con la digitalización, la tecnología sofisticada no es suficiente. Los diseñadores de interacción se aseguran de que la perspectiva humana y la experiencia del usuario jueguen un papel decisivo a la hora de desarrollar la tecnología, con el resultado de soluciones fáciles de usar. El diseño de interacción es, por tanto, parte de la gran familia del diseño UX (experiencia del usuario), que mira un poco más allá a la hora de crear experiencias satisfactorias y cargadas de sentido para los usuarios.
Por todas las industrias
En Noruega, el diseño de interacción se usa en todos los sectores, y colabora en el empeño de simplificar la vida de la gente con herramientas que se han convertido en asistentes cotidianos irremplazables. La mayoría de los noruegos miran el horario del transporte público y compran sus billetes a través de las aplicaciones móviles de Ruter, y consultan diariamente los reportes meteorológicos de Yr.no.
En el mercado online más popular de Noruega, Finn.no, se vende de todo, desde casas a ropa usada, y también se buscan vuelos, trabajos o profesionales específicos, mientras que la plataforma de aprendizaje Kahoot!, basada en un juego, ha hecho que aprender sea divertido para millones de personas de todo el mundo.
El sector financiero lidera el camino en lo referente al empleo de diseñadores interactivos a la hora de pelear en un mercado muy competitivo. Un ejemplo es la aplicación de pagos por móvil Vipps, que actualmente usa el 75% de la población noruega. El servicio ha cambiado el modo en el que se transfiere dinero, ya sea a amigos o compañías, y está en plena expansión internacional.
El sector público también acumula ya experiencia con el diseño de interacción; de hecho, ha modernizado recientemente Altinn, la página Web que da acceso a servicios públicos; ha pasado de ser una página complicada y plagada de burocracia a un servicio útil e intuitivo muy fácil de utilizar.
Demanda de más diseñadores de interacción
Según un estudio reciente, los diseñadores digitales y de interacción suponen el 17% de todo el sector del diseño noruego, solamente superados por los diseñadores gráficos. El problema es que no son suficientes. Cuando más sube la demanda de este tipo de diseñadores, menos posibilidades de preparación parece haber. Varias universidades noruega dan cursos de diseño de interacción, pero hay una necesidad acuciante de contar con más profesionales especializados. También es imperativo que haya diseño de interacción y UX en las escuelas, para dejar claro a todo el mundo lo importante que es el diseño y la experiencia del usuario en cualquier desarrollo tecnológico futuro.
Para saber más sobre el sector de diseño de interacción en Noruega y su importancia creciente, se puede visitar IxDA Oslo.
Line Aandal Røijen reside en Oslo y está especializada en la realización de artículos sobre diseño, desarrollo urbanístico y arquitectura. Anteriormente trabajó como asesora de comunicación y directora de proyectos para promover la cultura, el diseño y la innovación de Noruega para organizaciones como la Embajada de Noruega en Londres, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega y, más recientemente, en DOGA (Design og arkitektur Norge).
Este texto es parte del informe ¿Qué pasa en Noruega?