Bienestar danés. Paraíso nórdico
Foto: Niclas Jessen / Visit Denmark

Bienestar danés. Paraíso nórdico

Lo dice la estadística: de la cuna a la tumba, el sistema de bienestar danés es envidiado a nivel mundial, a pesar de ser uno de los países más caros del mundo y de que sus ciudadanos pagan impuestos altísimos. Una breve descripción de una sociedad abierta y liberal, que se caracteriza por la cooperación y un alto nivel de conciencia social.

La historia se repite una y otra vez: cada vez que se realiza un sondeo para medir la felicidad, la satisfacción o la calidad de vida de los europeos, los daneses casi siempre encabezan la lista. Algo curioso teniendo en cuenta que el país tiene uno de los costes de vida más altos del mundo, así como también los impuestos más elevados –los daneses tributan alrededor del cuarenta por ciento de su salario.

Bienestar danés. Paraíso nórdico

Foto: Mikkel Heriba / Visit Denmark

Lo que valoran los ciudadanos, entonces, es tanto su exclusivo sistema de bienestar como su alto nivel de libertad individual. Si bien la democracia no es un tema del que suele hablarse en la calle, continúa desempeñando un papel importante en la sociedad y en la mismísima mentalidad de las personas; la libertad de expresión también es altamente valorada. Y, en general, los daneses son personas informales; incluso a los jefes y profesores se los llama por su primer nombre.

 

«La “Ley de Jante” dice, entre otras cosas: “no pienses que tú eres alguien especial“ y “no pienses que tú eres mejor que los demás“. Esto no significa que se trate de un pueblo anti-individualista: simplemente tiene una gran conciencia social, lo que explica por qué los daneses en general no se oponen a pagar impuestos relativamente altos»

 

En Dinamarca se pone mucho énfasis en la igualdad, y en el ideal que reza que todos tenemos los mismos derechos, sin importar el entorno étnico o social. Esto se expresa en la denominada «Ley de Jante», que no constituye una ordenanza en el sentido estrictamente legal, sino un código no escrito de comportamiento. Dice, entre otras cosas: «no pienses que tú eres alguien especial» y «no pienses que tú eres mejor que los demás». Esto no significa que se trate de un pueblo anti-individualista: simplemente tiene una gran conciencia social, lo que explica por qué los daneses en general no se oponen a pagar impuestos relativamente altos.

El impuesto a la renta está constituido por un impuesto estatal, otro del condado y uno local. Los tres tipos de tributos se pagan a las diferentes regiones, ya que cada una se ocupa de tareas distintas. El impuesto eclesiástico es voluntario, dado que la Iglesia está separada del Estado.

Bienestar danés. Paraíso nórdico

Foto: Mikkel Heriba / Visit Denmark

El estado otorga a cada estudiante mayor de dieciocho años una beca de estudio mensual, la SU (Statens Uddannelsesstøtte), de aproximadamente 820 euros (nominales) por mes, pagando básicamente los gastos de matrícula y brindando a los estudiantes la oportunidad de concentrarse a tiempo completo, lo que además garantiza a todo el mundo un acceso a la educación. De esta forma, los estudiantes no tienen que depender de subvenciones, becas, aportes familiares o préstamos para ir a la universidad u obtener otras formas de educación, ni tampoco se ven obligados a trabajar mientras estudian –si bien un grupo grande continúa complementando el pago del gobierno con trabajo.

El estado también asume muchos otros servicios mediante la recaudación de impuestos para otorgar a los ciudadanos una fuerte seguridad económica. La gente recibe apoyo en casos de enfermedad, desempleo y edad avanzada. Las consultas médicas y asistencia hospitalaria son gratuitas, y hay un tiempo máximo de espera para muchas operaciones. La gente que queda sin empleo recibe ayuda económica hasta que encuentra uno nuevo, y existe una extensa red gubernamental que ayuda a las personas a encontrar trabajo. Al igual que la beca de estudio, el estado también garantiza una pensión a la que pueden acceder todas las personas mayores de sesenta y cinco años. El principio detrás de la sociedad de bienestar danesa, conocido a menudo como «el modelo de bienestar escandinavo», es que todos los ciudadanos tengan acceso a los beneficios sociales.

 

«El estado otorga a cada estudiante mayor de dieciocho años una beca de estudio mensual de aproximadamente 820 euros por mes, pagando básicamente los gastos de matrícula y brindando a los estudiantes la oportunidad de concentrarse a tiempo completo, lo que además garantiza a todo el mundo un acceso a la educación»

 

Sin embargo, el sistema también tiene sus fallos y desventajas. En los próximos años, a causa del bajo índice de natalidad, el número de ciudadanos de edad avanzada va a aumentar drásticamente y habrá cada vez menos personas manteniendo a un grupo cada vez mayor, que dependerá de las pensiones del gobierno. Este problema es uno de los mayores desafíos para el poder, que trabaja en una revisión del reglamento de pensiones, a la vez que intenta que la gente permanezca más tiempo dentro del mercado laboral, haciendo que resulte más atractivo seguir trabajando para los ciudadanos más mayores. En el espíritu del sistema danés, esto se lleva a cabo, por ejemplo, ofreciendo más días de vacaciones o un horario de trabajo más flexible a aquellos adultos mayores que continúen trabajando después de la edad normal de jubilación.

 


Kristian Bach Petersen es periodista de la revista Gaffa.


Este texto es parte del informe ¿Qué pasa en Dinamarca?